Antiguos txakolines del Casco Viejo
El Casco Viejo, siempre ha sido la sede de numerosas tabernas y txakolines. Uno de los más conocidas y antigua fue laTaberna de Boyero(Somera), donde se conjugaba su principal receta: sardinas arenques acompañadas con txikitos; menú típico de los almuerzos de Viernes Santo. En la misma calle, se encontraba la Taberna de Castresana; más moderna que la de Txinostra,aunque eran las dos únicas que existían a finales del siglo XIX, en esta vía. En el mismo enclave, en el Txakoli de Txinostra, hacía furor la receta de riñones en salsa. Su cocinera acompaño a los socios del Kurding Club en una excursión fluvial-gastronómica a lo largo de la Ría. En este mismo merendero, trasladado años después a la calle Fernández del Campo, celebró su banquete de bodas, Indalecio Prieto.
No muy lejos de las anteriores, ofrecía sus instalaciones La Europea(Belosticalle), taberna propiedad de un tal Virto, quien también regentaba los cafés Universaly El Estanquillo(Barrencalle Barrena), en los que se ofrecía el servicio de comidas. Y, al comienzo de la calle Fica, se encontraba el Txakolí Batxitxu, propiedad de un tal Venancio Larrucea Basteguieta, conocido popularmente con el mote de su txakolí. Al comienzo de la calle Iturribide, el Txakoli Patas, junto a la Estación de Lezama, era propiedad de Martín Aurrekoetxea. Y en los bajos de la Estación de Las Arenas, la Tasca de Sorzanoera uno de los lugares que acudía Pichichiy sus colegas del Athletic, en el que se gastaban parte de los cuartos que ganaban jugando al balompié, en los primeros años del s.XIX.
Y, finalmente, en la zona de Atxuri, la Taberna de las Señoritas, regida por las hermanas Mari, Juanita y Pepita, conocidas popularmente por las “Señoritas”, ofertaban una excelente menestra de verduras naturales.