Higares
Oscar Higares es hijo de un torero de escasa trascendencia historia, Aurelio García Higares. Un estoqueador de una gran honestidad, quien nunca consiguió hacer el paseíllo en Bilbao. Si lo hizo su hijo Oscar (Madrid, 1971). Un diestro de facciones agitanadas y porte atlético. Oscar paseó las arenas bilbaínas en siete ocasiones entre las temporadas de 1994 y 2000. Siempre par vérselas con los toros de mayores velas y más fogosidad. A los que solo consiguió ramplar 4 trofeos auriculares. La tarea no era fácil: Dolores Aguirre, Cebada Gago, Guardiola, Pablo Romero…
En resumen, las Corridas Generales de 1994 se abrieron con un encierro de Guardiola -bien presentado, encastado y aplomado- al que cortó una oreja Oscar Higares. Con estos bureles, Higares, muy voluntarioso, valiente y poderoso, especialmente en su segundo enemigo, al que recibió con tres largas cambiadas puestos de rodillas, antes de empuñar la flámula y aplicar una faena larga y honda. El resumen de las Corridas Generales de 1985 se resumieron en las paginas de Diario.16[1] n el que se sintetizaron lo acontecido en este ejercicio: “Oscar Higares es otra acción inversora que está pidiendo un puesto fijo en las ferias de mayor rentabilidad. En sus dos tardes, destacó empuñando el estoque: cuatro toros, cuatro grandes estoconazos, dos de ellos a los impresionantes “cebadas”. Las Corridas Generales de 1996[2], según las reseñas de Diario.16, resume las actuaciones de las principales figuras del toreo de estos años en su paso por las arenas de Vista Alegre, la tercera semana del mes de agosto: “….destacó esta tarde Oscar Higares, en la interpretación de la suerte suprema, la cual le permitió mantener su aval de estoqueador poderoso y, sobre todo, fulminante”. En la corrida que clausuraba el abono de 1999, García Higares ofreció las mejores verónicas del ciclo, a las que siguió una faena de muleta llena de entrega que remató con la mejor estocada del abono, en su enfrentamiento con un toro de Dolores Aguirre. En la octava y última corrida del ciclo de 2000 (Dolores Aguirre), Oscar Higares no dejó para el recuerdo nada digno de mencionar.