Hoy nos ha dejado para siempre…
JUAN ASTORQUI CANOVAS, COCHERITO DE BILBAO II
Matador de novillos, banderillero y mozo de espadas, natural de Basáuri, donde nació el día 4 de Septiembre de 1940.
Astorqui ha sido protagonista de inmuebles odiseas de temática taurina y de otras mil disparatadas aventuras. Desde temprana edad frecuentó las capeas de toda la geografía hispana, tirándose como espontáneo en numerosos en muchas de ellas. Pidió, pancarta en mano, una oportunidad a la puerta de varios cosos, consiguiendo que en le anunciasen en Granada (Pedro Herranz Madriles y Pedro Muñoz), el 25 de Agosto de 1963, para estoquear reses de diversa procedencia, siendo su labor aplaudida. El buen cartel conseguido le permitió volver a torear, el 12 de Agosto de 1965, un festival taurino en el mismo coso (Curro Montenegro, El Taranto y Paquito Cagancho). Y, según él mismo cuenta, cosechó varios ruidosos triunfos en esta plaza.
Mató varios festejos de noveles en el coso de Bilbao. En uno de ellos, debutó vestido de luces el cuso de 1957, frente a novillos de Julio Jiménez. A éste siguieron otras actuaciones en las plazas de Somorrostro, Basáuri, Espinosa de los Monteros y Orduña. Su ultima aparición tuvo lugar en las fiestas de Balmaseda, el mes de Julio de 1968.
Conocedor intuitivo en las técnicas del marketing, conseguía que sus actuaciones tuvieran un éxito multiplicado gracias a las emisoras de radio y a la prensa escrita, medios a través de los que exponía sus actuaciones, a veces imaginarias.
Cuando se desengañó y dejó de emular a su ídolo, Manuel Benítez El Cordobés, se pasó a las filas de los banderilleros durante un corto periodo de tiempo, y a la de los mozos de espadas, después.
Retirado de los toros, siguió actuando en diversos festejos taurinos. En la tradicional de Becerrada de los Chóferes, el 10 de Julio de 1979, fue herido de extrema gravedad, estando próximo a la muerte.
Con posterioridad, ejerció de ayuda de mozo de espadas de algunos de los matadores de toros que visitan la Comunidad Autónoma Vasca y provincias limítrofes -a los que en ocasiones paseaba a hombros alrededor del ruedo y a través de la puerta grande. Después de regentar un kiosco de prensa durante varios años en el barrio de San Ignacio, se empleó en la plaza de Vista Alegre.