Marketing Taurino
Podemos Taurino
Los últimos meses ha emergido ante la opinión publica un nuevo fenómeno político que ha roto todos los moldes pre-establecidos, ‘Podemos’, que ha puesto patas arriba las estrategias y tácticas de los partidos politicos más tradicionales, a pesar del revolcón de realismo que han recibido en las pasadas elecciones andaluzas y que no parecen muy aficionados a la Tauromaquia- al menos, de manera orgánica- ni a otras tradiciones incardinadas en lo más hondo del pueblo andaluz desde hace siglos. Pues bien, de una organización de similares características podría estar necesitado al sector tauromáquico: de un ‘Podemos Taurino’ que obligue a los actores que actualmente mueven los hilos del mundo del toro a reinventarse a si mismo sino quieren desaparecer o les coman una parte muy significativa de su ‘tarta’.
En este sentido, ya parece que han asomado algunos signos esperanzadores en el horizonte: entre los que sobresalen las dos manifestaciones a favor de los toros en Castellón y Amposta, síntomas muy esperanzadores para los aficionados de a pie desde hace muchos años. Lo que no impide que nos olvidemos que recientemente un grupo de antitaurinos- animalistas -nunca mejor utilizado el adjetivo-, agrediese a un aficionado en el Aula Taurina del CEU. La llegada del magnate mexicano Bailleres podría ser otra señal de cambios en el campo del empresariado a medio y largo plazo. Que Fandiño llenase hasta la bandera Las Ventas el ultimo Domingo de Ramos podría ser otro símbolo igual de esperanzador. No se debe olvidar que una parte muy significativa del reclamo que abarrotó la plaza fueron los seis toros de algunas de las ganaderías bravas etiquetadas de ‘duras’.
Sin embargo, se necesitan muchos más gestos populares para conseguir un efecto similar al de ‘Podemos’ en la Fiesta taurina. Seguramente para comenzar se echa en falta un movimiento organizado de aficionados/abonados de a pie, que obligue a las fuerzas vivas del sector taurómaco a cambiar a una planificación de los festejos distinta a la actual, basada en los gustos de los que pagan que devuelva a los espectadores a los tendidos.
Son imprescindible movimientos de aficionados de base que asuman un mayor protagonismo en la toma de las decisiones que les afecta como compradores de los boletos. Gente que pueda exigir, no sólo a través las redes sociales, sino en los medios de comunicación generalista, un mayor protagonismo como representantes de un espectáculo tan popular y democrático como pocos. Alguien con una autoridad moral suficiente para confrontar publicamente con todos los enemigos -públicos y enmascarados- que pretenden prohibir la Fiesta. No solo en los medios de comunicación sino frente a las instituciones políticas, los propietarias de los escenarios y los gestores. Un movimiento dispuesto a acometer una ‘revolución taurina’ de abajo a arriba. Sin complejos pero con el apoyo de miles de aficionados quienes se debieran organizarse en algún tipo de plataforma similar a la de ‘Podemos’.
Antonio Fernández Casado
21/04/15