La Cátedra Taurina
Pricing
No solo durante los meses invernales, sino a lo largo de la mayor parte del año, produce una gran decepción pasar por delante de cualquiera plaza de toros hispana, incluidas aquellas que mayor numero de festejos programan. Lo mas que se puede observar son los restos de algún viejo cartel del ultimo festejo celebrado para clausurar la ultima temporada. Ni una sola referencia a la programación prevista para el próxima ciclo. Por supuesto brilla por su ausencia cualquier referencia relacionada con la compra anticipada de entradas y abonos, la posibilidad y ventajas de abonarse, o cualquiera otra acción promocional complementaria que se pudiera planificar los meses de inactividad. Incluso sus impresionantes fachadas están limpias de cualquier elemento de marketing promocional, que pudiera llamar la atención de los transeúntes.
Actualmente, el Pricing taurino –una de las partes principales del Revenue Management– puede que sea una de las técnicas mas necesaria para mejorar la gestión de los teatros taurinos. En este sentido, son numerosas las aplicaciones informáticas existentes en el mercado, o que se pueden diseñar a la medida, que permiten la fijación automática de los precios que se deben cobrar a los distintos asientos que se ponen a la venta cada tarde.
De entrada, en la mayoría de las plazas de toros, incluidas las de primera categoría que aun exhiben tal honor, debiera existir un abono de temporada completa, que de derecho a la asistencia a un numero determinado de festejos (abono anual, abono de la ferias o ferias, abono para solo las novilladas…) con precio diferenciado en función de la antelación de su compra y numero de boletos que se adquieren y nombre de los actores programados; los cuales se debieran hacer públicos y poner a la venta con la llegada de nuevo año, en el que ya debieran aparecer, al menos de manera general, los nombres de los principales estoqueadores y ganaderías apalabradas y, por supuesto, los días y horas a los que se van a celebrar los rituales correspondientes.
Aunque en próximos artículos seguiremos ahondando en este misma cuestión, siempre se debería contar con tres ratios de gestión básicos: el porcentaje de ocupación que representan todas y cada uno de los distintos tipos de entradas vendidas en una tarde determinada o feria; el precio medio de cada una los distintos tipos de localidades vendidas, y el ingreso real por asiento disponible (se hayan vendido o no) que se consigue.
En segundo lugar, y tal como realizan las compañías aéreas low cost, debieran hacerse públicos los precios de los diferentes tipos de boletos, con un precios variable en función del numero y antelación que se compren. Por supuesto, a mayor anterioridad de la reserva, el valor de las entradas debiera ser menor. Y a la inversa, sí el boleto se adquiere el mismo día del festejo, debiera costar mucho más que sí se adquieren varios meses antes. Es evidente que el precio no debiera ser el mismo para las entradas que se adquieren para un sola función, la feria o la temporada completa.
Antonio Fernández Casado