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La Fiesta de los toros en Bilbao

La Fiesta de los toros en Bilbao

Estamos a punto de arrancar una nueva edición de las Corridas Generales en Vista Alegre (1882). Perdidos en el baúl de los recuerdos quedan las viejas estampas de las corridas de reses bravas que durante varios siglos se oficiaban en la vecindad con la Iglesia de San Antón, al lado del antiguo Ayuntamiento, inmortalizadas por Manuel Losada.

 

Por desgracia, cada vez son menos los bilbaínos que conocen el objetivo que ha tenido, y tiene, la lidia de ganado de lidia en el coliseo de Abando. Pues la construcción del mismo fue una iniciativa popular dirigida, no solo al divertimento de la afición sino para ayudar a financiar las principales instituciones de beneficencia botxeras: La Casa de Misericordia y el Hospital Civil de Basurto, a quien se cedió la propiedad del redondel.

 

La construcción del coso de Vista Alegre fue una idea del director del periódico La Unión Vasco Navarra, Eladio Lezama, con el objetivo de que acogiese un numero mayor de espectadores y corridas del máximo nivel. Y bajo el lema, “En nombre de la caridad”, durante 132 años los beneficios que ha generado el teatro taurómaco han servido para financiar los dos establecimientos de socorro. Seguramente, el mayor error de sus promotores, sea que nunca se haya capitalizado una parte de los beneficios que ha generado. Pues ni la plaza de toros, ni las entradas que adquieren los aficionados, nunca han recibido la mínima subvención, al contrario que miles de espectáculos públicos.

 

En honor a la verdad, tampoco se puede dejar de reconocer que son muy escasos los espectáculos que acoge la Villa, que durante nueve dias sean capaces de reunir a cerca de 100.000 espectadores, muchos de ellos procedentes de Francia, Portugal, Méjico, Colombia, Inglaterra, Estados Unidos… Los donostiarras han necesitado cuatro años para redescubrir que su Semana Grande no era la misma sin las funciones taurinas. Hace unos días un azpeitarra de pro, reflexionaba acerca de la repercusión social que tendría en su pueblo sí durante las fiestas de San Ignacio faltasen las aproximadamente, 9.000 almas que se citan en  su anfiteatro taurino.

 

Es verdad que hay muchas personas a las que no les gusta presenciar la muerte de reses bravas lo cual es fácil de comprender. Igual que es muy sencillo de explicar que sin Lidia no existiría esta variedad especifica de ganado fiero, que en la noche de los tiempos ocupaba todo el mapa europeo (Ortega y Gasset, dixit). Salvo, tal vez, como ocurre con otros géneros de animales fieros, solo se aspire a admirarlos en el circo. Además de invitar a los ‘anti’ a presenciar en directo como se sacrifican a diario cientos de terneras, vacas y bueyes en los mataderos. Salvo que se sea vegetariano y no se consuma carne ni pescado.

 

Al igual que ocurría con Eugenio Noel, el primer intelectual-anti-taurino, para hablar contra la fiesta de los toros con argumentos solidos, primero hay que entender el proceso de cría, y selección del ganado bravo. Y, puestos a hablar de muertes: son millones el numero de películas que se pasan en las pantallas de cine y televisión (incluidas las autorizadas para menores) y, últimamente, video-juegos, en los que el asesinato de personas es algo tan natural como jugar al balompié. Por no hablar de algún famoso presentador televisivo, confeso anti-taurino, quien no tiene el mínimo rubor en ganarse la vida dirigiendo un programa vomitivo en el que se juega con los principios éticos básicos de las personas.

 

Otro cosa, es que la Fiesta de los Toros se tenga que reinventar. Las posibilidades son enormes. Por ejemplo, en Bilbao no se entiende que la plaza no esté cubierta y se puedan compartir sus instalaciones con otro tipo de actividades ¡Que envidia nos da acudir al coso donostiarra de Illumbe¡

 

¿Que decir acerca la programación taurina? No se pueden disponer funciones de toros con más o menos los mismos protagonistas, año tras año. La puesta en escena requiere imaginación. Como ya se hace de manera puntual en algunas plazas francesas, en las que se mezcla la lidia con la música ¿Que pasaría sí se programase una función mixta de zarzuela de inspiración taurina, interpretada por Placido Domingo, con la lidia de tres toros por parte de Morante de la Puebla?, ¿O un festejo mixto con la actuación de Estrella Morante y su marido el estoqueador, Javier Conde?, ¿O una función de toros amenizada por las mejores bandas de música clásica?, ¿Porque ningún empresario sugiere a Salvador Távora la puesta en escena de una opera Carmen, con una función de toros incluida? Igual que los vestidos de torear, los cuales con frecuencia son motivo de inspiración para algunas famosas marcas de moda, sin que el sector taurino haya sabido sacar partido.

 

Las posibilidades son ilimitadas. Se podría señalar las oportunidades que ofrece Internet para la promoción y venta de las entradas; o la instalación de grandes pantallas en los tendidos en las que se explique quien es quien; o la escuelas taurinas y su ineludible inserción en los estudios de Formación Profesional; o, la organización de una especie de Liga Taurina y búsqueda de formulas imaginativas que aporten ingresos al sector; o, la constitución de empresas, económicamente fuertes, que lleguen a cotizar en Bolsa; o la creación de un canal monográfico de televisión gratuita..

 

 

Antonio Fernández Casado

Presidente del Club Cocherito de Bilbao

Publicado en El Correo, el 23 de agosto de 2015