Más fondas y fondistas del Casco Viejo bilbaíno

Más fondas y fondistas del Casco Viejo bilbaíno

A finales del siglo XIX, una de las fondas más populares de Bilbao erala de Luqui(Calle de La Estación), gracias a su vecindad con la Estación del Norte. Incluso en esta misma fonda, acostumbraban a alojarse los toreros cuando acudían a Bilbao; entre ellos Lagartijo, según lo testimonió José de Orueta.

Unos años después, entre los viajeros que recalaban en Bilbao, los días de la Semana Grande, se encontraban las cuadrillas de toreros, quienes siempre fieles a los mismos establecimientos hospederos. En este sentido, el periodista Germán Yanke reveló que Luís Mazzantini[1], con motivo de su visita a Bilbao, el 21 de junio de 1894, se hospedó en la Fonda de La Guipuzcoana.

Y no muy lejos de la anterior se encontraba la Fonda de la Sierra(actualmente (Calle de Buenos Aires), especializada en el “Albergue de viajantes de comercio, de toreros, de picadores y compromisarios rurales en época de elecciones”, según escribió Alejandro de la Sota; quien informó que de aquella fonda salio para perder la vida en Vista Alegre, un banderillero apodado Isleño, la tarde del Corpus Cristo de 1901, quien toreaba a las ordenes de Villalta y Guerrita.

Aunque la oferta de fondas era aún más amplia en las ruas del Casco Viejo, entre se encontraba la llamadaIrurac-Bat (Calle Los Fueros, esquina con el Banco de Bilbao), que 1892, fue tomada en traspaso por un cocinero apellidado, Muguerza. No muy alejada de la anterior, se levantaba la Fonda de Francisco Ocerinjauregui y Asua(Calle de Jardines);natural de Zeanuri, casado con la alavesa, Josefa Aloha y Ugarte. En esta fonda se ofrecía el servicio de comidas con cubiertos a partir de 3 pesetas. En 1890 abrió un segundo restaurante en Villaro. Y, en la misma área, elHotel Catalina(Calle de Ascao, cerca de la Plaza Nueva), fue citado en uno de sus escritos por Indalecio Prieto gracias a “una de cuyas fachadas, con un letrero dorado, da a la plazoleta del Instituto, en descripción”.