Pedigüeños

Pedigüeños 
Nos hemos acostumbrado a convivir con situaciones sociales anormales. Uno de estos sucesos son los pedigüeños, aficionados y profesionales.

Es difícil, desde los años de la postguerra civil, que existan tantas personas que demanden ayuda, “que pidan” en las calles como en los últimos tiempos. Especialmente, cuando existe un Estado Social de Bienestar que, se supone, debe cubrir las necesidades básicas de todos los ciudadanos. A pesar de ello, son innumerables las personas mendicantes. Bien es verdad que muchas de ellas lo hacen de manera profesional (gente joven, descalza…). Ya no nos choca que nos soliciten una limosna a cambio de unos clínex, o de limpiarnos el parabrisas del coche. Es verdad que hay pedigüeños más imaginativos que intentan distraernos con sus juegos malabares mientras esperamos a cruzar los semáforos en rojo. Sin embargo, hay otras personas que llaman poderosamente la atención de manera recurrente. En mi caso, una pedigüeña, no muy mayor, que a diario se sienta a la puerta de una tienda de lujo, junto a un cartel en el que solicita ayuda porque la han desahuciando su vivienda. Lo chocante es que a veces la sustituye otra persona del sexo opuesto, aunque lo más llamativo es que mientras espera las ‘echen’ limosnas. se distrae consultando su teléfono móvil… Mucho más impresionante es un anciano de figura temblorosa y expresión desencajada (me atrevería a decir que con los días contándos), que se sitúa, en horario matinal, junto a la pared de un conocido banco, casi seguro que en busca de una limosna lastimera. Lo que lleva a preguntarnos ¿Detrás de esta persona habrá alguna organización mafiosa que le explota? Más normal parece el “trabajo” de una persona de cierta edad, que, de vez en cuando, se sienta a la entrada- salida del metro tocando la guitarra, en busca de un salario voluntario.

Tan difícil es que los servicios sociales, municipales, provinciales, autonómicos o estatales identifiquen a quien es quien, y ayuden de verdad a quien lo necesiten, a la vez, que desenmascaren a quien explota a las personas de manera tan humillante.