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Plaza de toros de Azpeitia (Diccionario Taurino Guipuzcoano.De la plaza de toros de Arrasate al torero-pintor Zuloaga)

Azpeitia

 

Una de las referencias más antiguas acerca de la celebración de festejos taurinos ysokamuturrasen Azpeitia se remonta a los años de 1518 y 1548, con motivo de la festividad de San Ignacio. En esta plaza actuó el caballero Alonso de Idiákez, unos años más tarde con identica excusa festiva. En la temporada de 1823, organizó la feria del santo, un tal José Arregui.

De cualquier manera, hasta alrededor de 1880, para verificar las funciones de toros se improvisaba un coso en unas campas de las afueras del pueblo, mediante el montaje de un entarimado de forma rectangular, una de cuyas caras limitaba con el río Urola. El diario ‘El Liberal’, nos recuerda las características de estas celebraciones y el ambiente que se respiraba:

“La concurrencia ha sido inmensa. Era más difícil conseguir una localidad que hacer triunfar a un candidato conservador en las próximas elecciones por Azpeitia. La plaza construida con tendidos de madera alrededor de la villa era espaciosa, y la afluencia extraordinaria de concurrentes le daban un aspecto animado y brillantísimo”.[i]

En los sanignacios de 1885, los festejos comenzaron a verificarse a “plaza cerrada”, para lo cual se acondicionaba un recinto de forma octogonal, con el graderío de madera, en el que se distribuían los 2.100 asientos de tendido y 186 de palco –los más sobresalientes se encontraban en los balcones de las casas de dos pisos de altura que rodeaban el recinto-. Este escenario transitorio fue inaugurado por el novillero Valladolid.En este mismo circo, el curso de 1898, resultó herido de gravedad en el bajo vientre, Cocherito de Bilbao, justo en el momento que daba un cambio de rodillas, mientras actuaba de banderillero a las órdenes deEl Aseao.

Unos años después se tomó la decisión de levantar un  nuevo teatro taurino estable, de manera que en 1902 se constituyó la comisión promotora del nuevo recinto taurino, que se proyectó en las afueras del casco urbano. Este mismo año, el Ayuntamiento delegó el proyecto, planos, y presupuesto correspondiente, en el Maestro de Obras, Domingo de Ezeiza; quien, tras realizar diversas modificaciones, fijó su aforo final en 3.500 espectadores. El recinto contaba con un ruedo de 36 metros de diámetro, alrededor del cual se repartían tres burladeros, seis chiqueros, tres corrales, dos cuadras, el patio de caballos y una enfermería. La obra requirió una inversión de 19.000 pesetas.

Ezeiza, que además era el alcalde de Azpeitia y había logrado cierta fama como pelotari, con el mote de Mardura, delegó la edificación en los contratistas Ignacio Astigarraga y Nicolás Azpiazu. Al final, tal como estaba previsto, la rutilante plaza de toros de Azpeitia abrió sus puertas el 31 de julio de 1903, con la actuación de Eduardo Leal Llaverito,en sustitución de Castor Jaureguibeitia que, unos días antes, había sufrido una cogida en Madrid. Llaveritopasaportó cuatro novillos de Cecilia Montoya (Navarra).

Una tradición irrepetible tiene lugar cada año en este teatro taurino es la interpretación de un zortzikofúnebre, compuesto por el organista azpeitarraAldalur, “Irugarren zezenaren zortzikoa”,justo en el momento en que el festejo alcanza su ecuador. Con este zortzikose recuerda la cornada mortal sufrida, en este mismo coso por el subalterno de Deba, José Ventura Laka, el 1 de agosto de 1841.

En la temporada de 1922, este circo taurino se integró en la Asociación de Propietarios y Empresarios de Plazas de Toros de España, al igual que los recintos taurófilos de San Sebastián y Bilbao. En 1930, la novillada patronal la organizó la Peña Usabiaga con gran éxito.

Durante muchos años, la feria de Azpeitia ha tenido un carácter eminentemente torista, pues es una de las pocas poblaciones en las que se corren con regularidad reses de gran trapío de las ganaderías de Isaías y Tulio Vázquez, Escolar, Palha, Pablo Romero, Cebada Gago…


[i]El Liberal,3 de agosto de 1880.