Reinventar la fiesta de los toros en Bilbao
(Publicado hoy en El Correo)
La fiesta de los toros se tiene que reinventar en la Villa de Bilbao. Las dos instituciones propietarias del coso de Vista Alegre –sobre todo el Ayuntamiento y sus representantes en la Junta Administrativa-, debieran realizar un análisis en profundidad acerca de la creciente perdida del número de espectadores que asisten a Vista Alegre las nueve tardes consecutivas de agosto. Y, de paso abandonar la autocomplacencia, justificación de su gestión y alejamiento de los aficionados que no coinciden con su pensamiento “único”. Las cifras de perdidas de espectadores son determinantes y las medidas a tomar urgentes.
Para empezar, el Ayuntamiento de Bilbao y la Misericordia deben decidir sí se sienten capaces de dar un giro de 180º a la programación del coso bilbaíno. En caso contrario, tienen dos alternativas: vender la plaza de toros, o alquilársela al mejor postor, como ya sucedió entre los años cincuenta y ochenta. Con el número de asistentes cada vez más decreciente, esta comprobado que el sistema de gestión actual no funciona.
Desde el punto de vista taurino, es obvio que Vista Alegre ha perdido la imagen de plaza torista y que ha desaparecido el conocido como “Toro de Bilbao”. Los más viejos del lugar aún recuerdan como era habitual que en esta plaza se corriesen las “cabezas de las camada” gracias a que se pagaba “una peseta más” que en el resto de los coliseos.
Igual que ocurre en el campo de la política, con tan solo los militantes de los partidos no se ganan las elecciones. Ni se llenan las plazas de toros únicamente con los aficionados netos. Los toros son un espectaculo de masas que requiere la asistencia de un alto porcentaje de publico ocasional. De manera que la programación taurina de las corridas bilbaínas se tiene que reinventar. ¿Podría una sesión de la opera Carmen, protagonizada por Ainhoa Arteta, mezclarse con una sesión de lidia? ¿Se podría anunciar un concierto de toros y música, con la actuación de la Orquesta de Euskadi u otra de prestigio similar? ¿Y una sesión de flamenco y toros con la participación de los caballos de Salvador Távora? ¿Y, que tal, una corrida goyesca con el ruedo e instalaciones adyacentes pintadas por distintos artistas vascos, como ocurrió en épocas pasadas gracias a la colaboración de Jenaro Urrutia, Ricardo Arrue, Guinea y Antonio Guezala? ¿Y, porque no, una “corrida de toros vasca”, con vestidos diseñados por Javier de Juana -que ya tiene diseñados-, música autóctona, los acordeones del maestro Loroño, y la participación de los dos matadores de toros orduñeses en activo (Fandiño y Abasolo) y tres ganaderos vizcaínos (Aguirre, Rekagorri y Cruz Iribarren)?
La relación de ideas es infinita. Pero antes de nada, la Junta Administrativa se debe reinventar. En mi opinión, una medida urgente es el nombramiento por votación popular -entre los abonados- de los cuatro representantes de la Afición en el órgano rector de Vista Alegre -nombrados a dedo desde tiempos inmemoriales-. En Bilbao hay decenas de aficionados, especialmente los socios de los clubes taurinos, que representarían perfectamente a la afición de a pie. Y como complemento a esta medida, se debiera constituir -como ocurre en otros teatros taurinos-, una Asociación de Abonados que defiendan sus derechos correspondientes. Y sobre todo, para intentar movilizar a los aficionados de a pie, como ocurre en instituciones similares; caso del Atletic, donde son los compromisarios quienes nominan al presidente del Club y supervisan la gestión de la directiva. Estas ideas no pretenden criticar a los actuales mandatarios -que trabajan gratis eta amore-, sino que son un intento de ayudar a que Vista Alegre reluzca como tal, o sino…acabará cerrando sus puertas.
Antonio Fernández Casado
Presidente del Club Cocherito de Bilbao
11 de septiembre de 2016