Restaurantes taurinos bilbaínos, en Madrid y Barcelona
Puede parecer una casualidad pero no lo es, que al menos tres estoqueadores nacidos en territorio foral vizcaíno hayan sido propietarios de otros tantos restaurantes en la Villa de Madrid y Ciudad Condal.
El primer estoqueador que ofreció al público su propio restaurante en la capital del Reino fue Castor Jaureguibeitia Cocherito de Bilbao, alrededor de 1927: el Achuri (Calle del Príncipe, 39), al frente del cual se encontraba Antón, un sobrino del torero. Unos cuantos años después, en plena Guerra Civil, el restaurante todavía se anunciába en las páginas de la prensa como propiedad de la viuda e hijos de Cocherito de Bilbao, en las que se auto titulaba como el “primer restaurante vasco establecido en Madrid”. Al parecer, la mala situación económica por la que atravesaba la economía personal de Cástor, llevó al Club Cocherito, en 1928, a organizaruna corrida de toros a beneficio de Cástor…; dinero, que al parecer, sirvió para inaugurar el Achuri. El restaurante fue tan popular, que incluso un autor tan singular como Camilo José Cela, en su novela, “Vísperas y festividad de San Camilo del año 1936, en Madrid”, sitúa en el mismo parte de la trama de los días previos al comienzo de la Guerra Civil.
Tras la grave cornada sufrida por Martín Agüero, y el posterior retraso en la organización de una corrida de toros en su propio beneficio, que se llevó por delante una gran parte de los ahorros que había acumulado en sus años de mayor fama; en 1933, se vio obligado a coger en traspaso el restaurante madrileño, Onena(Calle Cádiz, 9, esquina con Espoz y Mina). Dos meses después de su apertura, se celebró en el mismo un banquete de homenaje al espada mexicano,Armillita. El mes de octubre del mismo año, el Onena, acogió un almuerzo de la Asociación Benéfica de Auxilio Mutuos de Toreros, como colofón al tradicional festival benéfico; presidido por Nicanor Villalta, Domingo Ortega, Vicente Pastor, Marcial Lalanda y el Niño de la Palma. Unos meses más tarde, quienes se reunieron a cenar fueron un grupo de periodistas deportivos en el Onena junto al flamante campeón de Europa de los pesos pesados, Paulino Uzkudun, junto a las empresas organizadoras de las sesiones boxísticas, a las que agradeció la ayuda que le habían prestado a su carrera.
Y estos mismos años, pero en Barcelona, donde se había afincado, cuando se cortó la coleta el estoqueador de Atxuri, Josetxu Muñagorri, gestionó un popular “restaurant” que tenia a su apellido como marca.