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¡Va por usted, Sr. Aburto ¡ Bernabé Larrinaga, alcalde de Bilbao y empresario taurino

 

¡Va por usted, Sr. Aburto ¡

Bernabé Larrinaga, alcalde de Bilbao y empresario taurino

 

Bernabé Larrinaga Aransolo (1838-1892) fue el primer alcalde republicano de la Villa de Bilbao. Nacido en el Casco Viejo, hijo de un médico municipal, en 1865 contrajo matrimonio con Trinidad Aburto. Con anterioridad, había completado sus estudios de Bachiller en el Instituto Vizcaíno y la carrera de Filosofía y Letras en las universidades de Valladolid y Madrid. En 1871 formó parte del Ayuntamiento de Bilbao del que llegaría a ser su máxima autoridad. Dos años después, fue elegido Diputado a Cortes por el distrito de Durango. Con tan solo 32 años, abandonó la política para dedicarse a la explotación de las minas, en sociedad con su cuñado, Juan Aburto (¿Por casualidad, no sería familia del actual alcalde de la Villa?). Ramón de la Sota Aburto resumió de manera magistral la personalidad del filosofo, político y empresario: “Un tipo extraordinario que era relojero amateur, tocaba el cornetín, era republicano, era secretario de la logia masónica de Bilbao y pescador de caña…”. Larrinaga también formó parte del Batallón de Voluntarios de la Libertad (1869-1872) y del Batallón de Auxiliares (1874- 1875).

Pero por lo que se hizo más famoso en la Villa fue su participación accionarial y gestión de la plaza de toros enclavada entre las actuales calles de Elcano, Fernández del Campo y Hurtado de Amezaga, en sociedad con Toribio Martínez de Pinillos, José María Jáuregui, Juan Aburto y José Antonio Elizalde. Larrinaga era la cara visible de la empresa  taurina que se denominaba “José María de Jáuregui y Cía.”.

La plaza de toros de Hurtado de Amezaga se inauguró en 1865. Construida de madera, clavazón y herraje, en 1870, amplió su capacidad a 9.000 espectadores, con muros de fábrica, dos pisos de altura, ocho tendidos y sus correspondientes palcos; todo lo cual conformaban un vistoso conjunto arquitectónico, en el que sobresalían los balcones y un amplio corredor con vistas a una amplia campa, actualmente ocupada por la Quinta Parroquia. Los días festivos, acudían a pasar la tarde en el referido espacio lúdico cientos de bilbaínos de escasos posible, lo que ofrecía un gran contraste en comparación con el guirigay que provenía del interior del recinto taurino. Los primeros días de 1876 se debieron llevar a cabo la reparación de los daños que había sufrido durante la III Guerra Carlista. Desapareció en 1883, tras su venta a la empresa ‘popular ‘que promovió el actual coso de Vista Alegre, a cambio de 100.000 pesetas.

En este escenario se celebraban funciones de toros a ‘ruedo partido’. Es decir, que se celebraban dos espectáculos al mismo tiempo en cada uno de los semicírculos, en los que, a veces, se presenciaban peleas de diferentes tipos de animales tal como quedó ilustrado en distintos grabados de Pancho Bringas.

 

Antonio Fernández Casado

Presidente del Club Cocherito de Bilbao

Agosto, 2017