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La Cátedra Taurina. Don Ventura, revistero taurino

Don Ventura, revistero taurino

Ventura Bagüés Nasarre de Letona, Don Ventura (Torralba. Huesca, 1880- Barcelona, 1973), pasó sus años infantiles en Zaragoza, donde realizó sus primeros estudios y comenzó́ a alentar la afición por el periodismo y los toros, una vocación que hizo efectiva cuando llegó a Bilbao en 1902, donde formó parte de la redacción del diario El Nervión, en el que ya destacó por su periodismo de calidad. En 1920 -diez y ocho años después- trasladó su residencia a Barcelona, en cuya ciudad fue nombrado redactor de El Dia Grafico. Unos años después se trasladó a Madrid donde dirigió́ la revista Sol y Sombra. También colaboró como especialista taurino de numerosas publicaciones entre las que se encontraban, El Eco Taurino, El Ruedo, Marca y la Hoja del Lunes. Coincidiendo con el 1º de abril de 1.970 le concedieron la Medalla del Trabajo.

El periodistas altoaragonés llegó a ser considerado un autentico maestro de la literatura taurina pues fue un crítico sensato y veraz, profundo conocedor del toro de lidia y del arte de torear. Sano en sus principios profesionales, Don Ventura fue un sempiterno investigador, escritor de talla, ameno y ocurrente. Sus obras gozan de un prestigio envidiable.

Don Ventura es autor de la conocida obra Efemérides Taurinas (Lux. Barcelona 1928), compilación de una parte de sus trabajos publicados en El Nervión y El Eco Taurino. En el prologo de esta obra, el editor menciona su salida al mercado en doce folletos, uno al mes, a un precio popular para que fuera más asequible su adquisición por parte de los aficionados. Más tarde se unieron en dos volúmenes: uno de enero a junio y el otro con el resto de la temporada; formando un cuerpo de obra en el que dia a dia se recogen los principales acontecimientos acaecidos en la década de los años treinta. Una de las efemérides, que el autor consideró de mayor trascendencia y desarrolló con detalle, siendo el resto meras referencias, están recogidas en el libro con el titulo de Momentos; que constituyen una historia del toreo. Por sus paginas desfilan los principales matadores de toros, bastantes picadores y banderilleros, junto al relato de los principales acontecimientos ligados con el mundo del toreo y un numero sin fin de anécdotas que lo convierten en un libro de amena e interesante lectura. No por ello debe desdeñarse su carácter documental. La obra se complementa con un índice por días y meses y otro por orden alfabético. Como toda obra humana continúe errores que en vez de recogerse en la consabida fe de erratas, en este caso se agrupan en ‘coladas y marronazos’.

También es obra de este escritor aragonés, el libro la Historia de los matadores de toros (Gassó Hnos. 1973), que recoge una semblanza de todos los espadas con alternativa desde los tiempos primitivos del toreo hasta la fecha de su publicación. O la obra que dedicó a uno de sus diestros preferidos Domingo Ortega, el torero de la armonía.

«Escritores taurinos españoles del siglo XIX», con prologo de Segundo Toque, en el que se habla sobre la necesidad de informar y formar al aficionado y al publico en general acerca del mundo de los toros, en este libro: Don Ventura escribe: “el arte del toreo suele apreciarse de muy distinta manera por el aficionado que asiste a las corridas como espectador y por el profesional que actúa en el ruedo; el ejercicio de la lidia ofrece aspectos que generalmente pasan inadvertidos para el publico, pero no para los toreros”.

Otras de sus obras taurina más citadas se encuentran las siguientes:

De cabeza a rabo, con prologo de Desperdicios

Historia taurómaca de Cocherito, en colaboración con El Yermo

El Anuario Taurino publicado durante los años treinta, en colaboración con Uno al sesgo y el Anuario critico estadístico de las ganaderías, en colaboración con Recortes.

Siluetas taurinas

En una ocasión, Federico Gallo le entrevistó para Television Española a quien le preguntó: «Si usted tuviera que hacer una terna con los toreros más poderosos de la historia, ¿cual haría? La respuesta fue: «Guerrita», «Gallito» y Domingo Ortega».

Fernando Castán Palomar en su Galería de Aragoneses contemporáneos (1900-1934) escribe, que también ofreció algunas conferencias sobre cuestiones taurinas, “una de ellas, muy notable, está impresa y figura en todas las bibliotecas de los buenos aficionados a toros y de quienes se interesan por las grandes figuras mundiales, pues es un estudio relacionado con Goya y con su vision de la fiesta taurina, conferencia que dio Don Ventura en 1926 en el Ateneo de Zaragoza”. El librito se titula Don Francisco el de los Toros, mote que Don Ventura puso a Goya.