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Marketing Taurino. ¿Sabados o Domingos?

Marketing Taurino

 

¿Sábados o domingos?

A veces, presenciar con detenimiento un festejo taurino es una tarea muy didáctica. Para comenzar, el paseíllo es una muestra muy reveladora de la modernidad en que se encuentra la fiesta de los toros pues el mismo parece más un homenaje a los oficios artesanales ya desaparecidos: areneros, barrenderos, mulilleros…, que un espectáculo de masas actual. Entre los distintos signos de arcaísmo más sorprendentes se encuentra la ‘actuación’, más o menos a la mitad del festejo, de un pintor de ‘brocha gorda’ que ayudado de un carrito que se afana por recuperar las líneas blancas que delimitan los tercios dividen el ruedo. Por no destacar el riego manual con una manguera.

 

Hace solo unos cuantos días que ha finalizado la feria de San Isidro de 2014, seguramente la más brillante de los últimos años, al menos en lo que respecta a la asistencia de espectadores. Mas o menos, ha  sido un mes entero de corridas de toros y novillos en los que con casi total  seguridad se han visto cumplidos los objetivos de todas las partes implicadas en la organización de la Feria y, por supuesto como es obvio, que han ganado dinero. En que reinvierte  la CAM el porcentaje de beneficios que contractualmente le corresponde es harina de otro costal. En cualquier caso, parece igualmente probable que los festejos de la próxima feria de Otoño también serán económicamente rentables. Por lo tanto, el problema de Las Ventas es  averiguar como se pueden rentabilizar la veintena de festejos que se programan entre las dos ferias más importantes de la temporada.

 

Las ideas y estrategias  organizativas que se podrían poner en practica para hacer rentables estos espectáculos son numerosas pero mejor lo dejamos para otro comentario. Aunque, no es muy entendible que  los festejos se programen preceptivamente las tardes de los domingos. Pues las costumbres de la sociedad actual, en lo que se refiere al disfrute de los días de ocio, no son ni por asomo las mismas que las décadas pasadas. En este sentido, es obvio que la Villa de Madrid es una de las principales ciudades españolas receptoras de turistas, nacionales e internacionales, que en su mayoría visitan Madrid los fines de semana, la mayoría de los cuales pernoctan las noches de los sábados, pero no la de los domingos que es cuando retornan a sus ciudades de procedencia; a un porcentaje de los cuales se les está privando de la posibilidad de asistir a las festejos capitalinos. Entonces ¿Porqué las celebraciones taurómacas se siguen celebrando las tardes de los domingos, a los que no pueden acudir los visitantes foráneos? Pues, es evidente que un porcentaje de estos forasteros, sí se publicitasen debidamente las galas tauromáquicas, podrían ayudar a que fueran rentables. Sobre todo en los festejos ente ferias en los que se pierde dinero.

 

 

Antonio Fernández Casado

www.editorialacatedra@editorialacatedra.com

domingo, 22 de junio de 2014