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Gran Café del Boulevard, refugio de los aficionados taurinos de buena fe (Guía de fondas, posadas, restaurantes, tabernas y chacolies de Bilbao)

  • Gran Café del Boulevard, refugio de los aficionados taurinos de buena fe.
  • El café Boulevard (Paseo del Arenal, nº 16) -el más antiguo de Bilbao tras el primer Café Suizo- fue inaugurado en 1871. Se encontraba en los bajos del antiguo hotel d´Angleterre, posteriormente bautizado con el nombre de hotel Almirante. En su día nació como sucursal del Café Suizo de la Plaza Nueva, de la mano de los hermanos Pascual y Paco Pérez Yarza[1]. En 1929, fue remodelado por el arquitecto, Tomás Bilbao, que le convirtió en una las principales referencias art decode la Villa, en la que destacaban un reloj monumental y dos frescos de Manuel Losada. Tras las inundaciones de 1983, sufrió una nueva remodelación, concluida tres años después de la mano del arquitecto Ricardo Lorenzo. En 2006, cerró sus puertas provisionalmente después de 135 años de historia ininterrumpida.
  • En sus días de mayor popularidad, y de manera especial los meses veraniegos, ampliaba su espacio físico con dos filas de veladores en la acera. Alejandro de la Sota[2]recordó que, en su juventud, mataba el tiempo en la terraza charlando acerca de las últimas novedades sobre licores. También Alfredo de Echave[3]describió la importancia que tenía este café los primeros años del s.XIX.
  • El Boulevard era el punto de encuentro de diversas tertulias, incluida la que formaban los pintores Juan de Aranoa, Genaro de Urrutia y José Maria Ucelay; así como la que presidía Mourlane Michelena, intelectual que con su sola presencia animaba una tertulia literaria.
  • El café era un establecimiento especialmente concurrido los días de las Corridas Generales bilbaínas, de acuerdo con el testimonio de Antonio Díaz Cañabate:El Café Boulevard era el refugio de los taurinos y aficionados de buena fe”incluidos los numerosos aficionados forasteros, muchos de ellos de Nimes y Mont de Marsans, quienes se citaban frente al Boulevard, antes del comienzo y al final de los festejos.

 


[1]. – Este café lo promovió un guipuzcoano apellidado Artola, dueño de una tienda de loza en la plaza Vieja, que se arruino, momento que se hicieron cargo del café, los hermanos Pérez Yarza -que le suministraban licores-, y un tal Schumann -cervecero de la Salve-, que le vendía la cerveza. Indalecio Prieto.Pasado y Futuro de Bilbao.

[2]Mirando a la fachada transparente de su espacioso y clásicos cafés, consumíamos sentaditos, algo; el port-flip, antes que el Martini”. Alejandro de la Sota.Divagaciones de un Transeúnte.

[3]“…tenían en el Suizo –el anterior a este Gran café del Boulevard- por viejo renombre del establecimiento, el sitio privilegiado de su local, su exquisita bodega y su relativo mejor y mas cómodos divanes, cortinones y espejos; el de la representación burguesa, grave y bien vestida” Alfredo de Echave. Cuadros de la Vida Bilbaína. Colección El Cofre Bilbaíno.