Ivan Fandiño, hoy en Las Ventas: Gesto histórico sin historia

Ivan Fandiño, hoy en Las Ventas: Gesto histórico sin historia
Ficha Técnica
Plaza de toros de Las Ventas (Madrid). Domingo, 29 de marzo de 2015.
Iván Fandiño (vestido de gris escarabilla y oro), recibió el silencio mas notorio en la mayoría de sus intervenciones. En el quinto turno, amen de un aviso escucho las primeras muestras de reprobación a su trabajo las cuales se acrecentaron hasta acabar en bronca, en el ultimo del concierto. En la brega estuvieron magníficos: Javier Ambel y Pedro Lara; y con los palitroques destacaron: Jarocho, Miguel Martín y Jesús Arruga.

Los toros, magníficamente presentados: el 1º de Partida de Resina (‘Medallito’, 484 kilos, cárdeno y corniveleto, pitado en el arrastre); 2º de Adolfo Martín (‘Azafato’, 483 kilos, pitado en el arrastre); 3º de Cebada Gago (‘Primillo’, 470 kilos, colorado: dos buenas duras, la primera tapándole la salida, lo que no impidió le silbasen en el traslado al desolladero); 4º de José Escolar (‘Cumplidor’, 562 kilos, tres varas magnificas, poniendo al toro en suerte muy largo); 5º de Victorino Martín (‘Garduño’, 568, kilos) devuelto a los corrales; 5º bis de Adolfo Martín (488 kilos, cárdeno, recibió dos varas tras colocarlo largo); y el 6º de Palha (‘Camarito’, 525 kilos, negro zaino).

Antes de arrancar el paseíllo hizo acto de presencia en la puerta de un tendido de sombra media docena de militantes anti-taurinos profesionales que fue debidamente abucheado por el respetable antes de que la policía les desalojase. Tiempo soleado, con las 24.000 localidades completas. Entre espectadores, destacaba la presencia de aficionados vascos, del Club Cocherito de Bilbao y de las peñas del torero vasco de Orduña, La Mancha y Club Taurino de Llodio.

Sobre el papel, los ganaderos se supone habían enviado los mejores toros de sus camadas. Es decir, una corrida-concurso de ganaderías de toros-toros. Un reto fallido, como no se recuerda otro, en lo que se refiere a los criadores como el espada vizcaíno. Y frente a los seis toros, cinqueños, la mayoría, se encontraba no un torero de hierro, sino un presunto gladiador taurino, Iván Fandiño, que parecía dispuesto a retar a sus compañeros de escalafón. Por desgracia, el gesto se quedo en una mera intentona con mas contras que pros.

Lo mejor que ofreció el maestro vasco fueron algunos lances de capote, muy cerrados en tablas, otros tantos quites de capa-uno por tapatías- y la colocación de un par des toros a los caballos para que embistiesen de largo. Los dos primeros toros, muy justos de fuerza, permitieron que se simulase la suerte de picar con dos picotazos por turno; con ellos, Fandiño no pasó mayores, problemas. Con el tercero y cuarto ejemplares, el diestro no encontró el sitio, ni el acople adecuado en el que sacar el partido. El quinto, volvió a poner al descubierto la escasa decisión del diestro, con el que no consiguió acoplarse, ni encontrar el sitio adecuado en ningún momento, a un toro con sentido, que le desarmó, y al que pinchó con reiteración, lo que permitió que escuchase las primeras muestras de desagrado por parte de los espectadores. Al ultimo ejemplar del concierto, Fandiño lo recibió con una larga cambiada de rodillas, pegado a tablas, sin continuidad, junto a la posterior perdida de papeles tanto con capote como con muleta, sin querer ni ver al morlaco, de peligro sordo, al que se quito de en medio con una lidia mas propia de una capea, lo que le hizo merecedor a una bronca y a que el redondel se llenase de almohadillas.

 

Madrid, 29 de marzo de 2015